Los aborígenes nómades: dependencia del medio natural
Actualmente, la mayor parte de la población argentina vive agrupada en ciudades como Eduardo Castex o en otras más grandes o más pequeñas. Pero no siempre fue así. Hace alrededor de seiscientos años, antes de la llegada de los españoles, en el actual territorio argentino vivían muchos pueblos indígenas.
La mayor parte de esos pueblos eran cazadores-recolectores. Como no producían sus propios alimentos dependían mucho de la naturaleza. Por eso eran nómades. De tanto en tanto, cuando comenzaba a escasear la comida, debían mudar sus toldos o rancheríos hacia lugares en los que hubiera animales, raíces y frutos en abundancia.
Los aborígenes sedentarios: agricultura e independencia de los rigores geográficos
En el Noroeste y en algunas zonas del Noroeste del actual territorio argentino, había pueblos agricultores. No necesitaban desplazarse en busca de alimentos: eran sedentarios. En algunos casos, practicaban la agricultura por medio del riego. También había pueblos que almacenaban alimentos para las épocas en las que no se podía cultivar.
Las dificultades y obstáculos que presentaba la naturaleza, especialmente el clima, no eran problemas tan importantes para su subsistencia como lo eran para los pueblos nómades. Surgieron así algunas localidades, como Quilmes de Calchaquí, que lograron superar los 1000 habitantes.
Algunas de estas comunidades indígenas fueron incorporadas al imperio de los incas, que tenía su ciudad capital en Cuzco, en el actual territorio de Perú. Otras, en cambio, ofrecieron resistencia y en esos casos las localidades se convirtieron en centros de defensa frente al avance de los soldados del imperio incaico.
Ilustración de los Aborígenes |
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